martes, febrero 26, 2008

Protección solar

El domingo pasado salía yo de chorrillos en omnibus y habia un trafico* terrible debido a que todo el pueblo subía cual hormiguitas de las playas chorrillanas. Y fuera de todo el espectáculo y acontesimiento que eso fué, lo que me aterrorizó es que subió una señora -muy joven a decir verdad- con un bebito menor a 6 meses en brazos envuelto en su mantita. Y he de colaborar aquí con un poquito de cultura, no necesito ser madre para saber que:
NO SE LE DEBE LLEVAR A UN BEBE MENOR DE 6 MESES A LA PLAYA!!!!!!!!!
porque su piel aún es muy sensible a los rayos solares incluso en los dias nublados. Y esto es que actualmente la capa de ozono no anda muy bien y el calentamiento global hace que este verano sea realmente caliente. Lo cual ayuda a incrementar que los rayos ultravioleta del sol quemen más la piel, lo cual produce una quemadura inmediata y agrava los daños a futuro de los mismos, que se traduce como manchas, envejecimiento prematuro y enfermedades graves de la piel.
Si un adulto la sufre, imagina al pobre bebé. La radiación solar que llega a la tierra está constituida por radiación visible, infrarroja y ultravioleta, ésta última se descompone en UV-A, UV-B y UV-C. La radiación UV-A actúa sobre la melanina ya existente y su poder para causar quemadura es muy débil. La radiación UVB causa el eritema solar y desencadena la verdadera pigmentación de la piel (el bronceado). El otro tipo de radiación la UV-C, queda retenida en la capa de ozono.
Los fotoprotectores son sustancias que incorporan en su composición una serie de filtros (físicos, químicos y biológicos) que evitan los daños de la radiación solar sobre la piel.
La piel tiene unos mecanismos de defensa naturales, algunos de ellos bastante conocidos, como la secreción del sudor o la formación de la melanina, responsable del bronceado. Así, cuando las radiaciones solares son intensas, las células reaccionan y se defienden formando la melanina que actúa de escudo frente al sol. Estos mecanismos de defensa naturales, aunque presentes en los niños, no funcionaran perfectamente hasta los 2-3 años. No hay que ser dermatólogo para saber que su piel es más fina y sensible que la de los adultos y se quema con más facilidad.
Y si tengo todo el día al bebe bajo una sombrilla? La arena refleja la radiación. Y si le pongo bloqueador? Al ser su piel demasiado joven te expones a una reacción alérgica. Y si le pongo ropa o lo envuelvo en una manta?
1.-En ambientes muy cálidos (más de 30 ºC) y húmedos hay que tomar una serie de medidas extras para evitar el golpe de calor porque, aunque no es muy frecuente, supone un grave riesgo vital. Cuando la temperatura y la humedad son muy elevadas, los centros que regulan la temperatura del cuerpo son incapaces de eliminar el calor corporal. Si la humedad es alta, el sudor no se evapora y nuestro cuerpo no se refrigera. Los síntomas del golpe de calor son irritabilidad, espasmos, calambres, deshidratación y pérdida de sales, sensación de abatimiento y sofocación, pudiendo llegar al desmayo y pérdida de conciencia. El cuerpo no puede transpirar más, la sudación está disminuida o ausente y la temperatura corporal puede llegar a los 41 ºC. (esto es en un adulto.. imagina a tu bebé!!)
2.-No crees que tanta luz le dañaria los ojos?
Ahora... Es importante igualmente recordar los aspectos beneficiosos del sol sobre la salud de nuestro hijo y sobre nosotros mismos:
Su acción antirraquítica (interviene en la formación de vitamina D).
Fortalece las defensas.
Favorece el buen humor ayudándonos a superar la depresión estacional.
Mejora algunas enfermedades de la piel.
A partir de los seis meses a ocho, si vamos a la playa o a la piscina debemos recordar:
Usar la sombrilla, ropa seca y cubrir la cabeza de nuestro hijo con un gorrito.
Aplicarle de forma generosa un protector solar adecuado, 30 minutos antes de la exposición sobre la piel limpia e hidratada. No nos olvidemos del dorso de manos y pies, cuello y orejas. Debemos renovar la aplicación de la crema cada dos horas siempre que el niño haya sudado o después del baño.
Recordemos que no es conveniente exponer las cicatrices recientes al sol.
Debemos proteger a nuestro hijo incluso en días nublados.
Evitaremos las colonias o lociones que tengan alcohol y perfume.
El niño debe ingerir abundantes líquidos para compensar las perdidas que se producen en la respiración y transpiración. No nos olvidaremos de llevar agua o jugos de frutas.
No es conveniente exponer los envases de la crema fotoprotectora al sol ni al calor. Desecharemos el envase abierto del año anterior.
Después de la exposición solar, es importante que hidratemos bien la piel de nuestro hijo.
A los bebés se les puede llevar a la playa pero dentro de un horario limitado. Por ejemplo, de 9 a 10 y media de la mañana y por la tarde después de las 5 p.m. Así lo estarás protegiendo de los rayos de sol más dañinos y peligrosos. Pueden mojar sus piecitos en el mar si lo desean y jugar con arena, pero no lo pierdas de vista por si se lleva algo a la boca.

Sí, si sé que es tránsito y no tráfico.

No hay comentarios.: