jueves, agosto 14, 2008

Dreams.. dreams...


Pablo se despertó diferente esta mañana: Había soñado conmigo.

Había soñado que paseábamos juntos por las calles tomados de la mano. Yo lucía hermosa, con un vestido rosa, con tiritas, la falda ancha que crece con el viento cuando me levantaba de la cintura y me hace girar y el cabello corto resaltando pequeños rizos adelante... todo un bombón.

Pedro me soñó linda. Soy la suma de todas las cosas que vio en las mujeres que amó. Soy la suma de todo aquello de lo que realmente se enamoró: La sonrisa de Claudia, los ojos de Adela, la voz de Esmeralda, el porte de Susana, la mirada de Darsi, las piernas de Lila y las caricias de su madre.

Pablo no me hablaba, sólo sonreía de felicidad cuando lo llevaba de la mano al estanque en medio del parque, un lugar donde el agua es clara y las aves bajan a descansar y refrescarse. La luz del sol rebotaba en mis cabellos claros, iluminaban mi rostro y lo enlazaban al paisaje. Todo fue hermoso. Tomé su mano. Nos recostamos en el pasto y cariñosamente le di un beso. Lo miré a los ojos y le pregunté si estaríamos juntos por siempre. Yo no quería alejarme de él, pero un extraño ruido irrumpió en la escena y todo se volvió oscuridad para mí.

Pablo se despertó diferente esta mañana. Es un lunes pero está más relajado, creo que hice bien mi trabajo. Se duchó, se vistió y partió para el trabajo. La oscuridad se ha disipado ya y me encuentro sentada en un sillón gris muy largo dentro de una sala blanca donde no hay nada más. Junto a mí se encuentran seres extraños, personas, objetos y animales que en silencio esperan. No sé si están despiertos o dormidos. No sé cuánto tiempo llevan aquí cada uno. No sé qué pasará después. Supongo que al igual que todos, debo esperar también a que me sueñen de nuevo.

1 comentario:

Angelo Neciosup dijo...

te cambiaste de blog :S